Yo soy el camino, y la verdad,
y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

JUAN 14:6

Jesucristo es el personaje más importante en la historia de la humanidad. Su nombre ha dividido a los seres humanos, ha dividido a las familias e, incluso, ha dividido al tiempo: sin importar el país, religión o cultura, los años se cuentan desde antes y después su nacimiento. Según sus palabras, él fue quien nos creó y, tras su llegada al mundo, sólo nos ha dejado dos opciones: aceptarlo como Señor, o no. Pero, ¿por qué habríamos de hacerlo?

Nuestro tiempo en este mundo es limitado. Todos vamos a morir, más tarde o más temprano, y todos seremos juzgados (sin importar lo que creamos o no). Por esa razón, todos estamos condenados al infierno. Nunca ha nacido un ser humano que no haya faltado a alguna de las leyes de Dios y, debido a que Dios es justo, no dejará a ningún criminal sin castigo. Todos nacimos para morir y ser condenados, indefectiblemente.

Pero Dios es amor. Y conociendo Él desde antes que nacieras que ese era tu destino, envió a su hijo (se envió a sí mismo), a morir por vos, a recibir el castigo en lugar tuyo, a descender a los infiernos por vos, y hacerte libre de lo que merecías. He aquí la más maravillosa y extraordinaria muestra del amor de Dios por vos.

Desde entonces, por el simple hecho de manifestar tu fe en él, y aceptar su sacrificio en lugar tuyo, sos acreedor de su promesa de salvación y vida eterna.

Pero, ¿qué nos pide Dios a cambio de nuestra salvación? Dios no nos pide nada; pero nos pide todo. No podemos pagar o devolver lo que Jesús hizo por nosotros. Sólo debemos aceptarlo como Señor de nuestras vidas y seguirlo. Esto traerá consigo nuevos desafíos, pero sin duda nuestra vida no será la misma cuando Dios forme parte de ella. Fundamentalmente por la seguridad de que cuando dejemos este mundo, tendremos acceso a su presencia, a su Reino y a la vida eterna.

¿Quién habla por Dios?

¿Quién habla por Dios?

Dios necesita hablar con nosotros de manera directa y nosotros necesitamos escuchar su voz. Por ello ideó un sistema perfecto para dejar impresa su Palabra de manera eficaz. Es muy fácil saber si es él quien veraderamente escribió ese mensaje.
El Cielo o el Infierno

El Cielo o el Infierno

A pesar de lo que muchos quisieran, Dios es justo. A pesar de su paciencia ante la mentira, los homicidios, los robos y las violaciones, no dejará a los culpables impunes, por más ídolos que adoren o amuletos que lleven consigo.
Jesús es la solución

Jesús es la solución

Dios no es indiferente a nuestro dolor. Él no nos dio la vida para vernos sufrir necesidades, enfermedades o padecer el sufrimiento de vivir dentro de una familia destruida.

Lecturas Recomendadas

Juan 3:16

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Mateo 7:21

No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

Mateo 6:31-33

No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Juan 6:35-37

Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis. Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.

Lucas 6:46

¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?

Mateo 24:35

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

Este sitio fue creado para la difusión de la Palabra de Dios y el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Para contactarnos escríbanos a contacto@jesus.com.ar